Primera Guerra Servil
La Primera Guerra
Servil (135 a. C. - 132 a. C.) comenzó con el levantamiento de los
esclavos de Sicilia contra los romanos. Euno, que afirmaba ser
un profeta, y Cleón, alzado como general de los sublevados, fueron sus
líderes. Se produjeron batallas menores con resultado victorioso para los
rebeldes, que contaban con un contingente de entre 60.000 y 200.000 hombres,
habiendo tomado la ciudad de Enna, en el centro de la ínsula, hecho profetizado
por Euno, hasta el desembarco de un ejército romano en la isla de 70.000 efectivos que sofocó la sedición
finalmente. Antecedentes
El levantamiento de los
esclavos se debió sobre todo a los cambios de propiedad subsiguientes a la
expulsión de los cartagineses de la isla durante de la Segunda Guerra
Púnica. Los especuladores italianos se apresuraron a llegar a la isla y
compraron a los sicilianos grandes lotes de tierra a bajos precios o llegaron a
ser los ocupantes de haciendas completas, que habían pertenecido a la parte
cartaginesa de Sicilia, o bien fueron incautadas por Roma tras la
huida o ejecución de sus antiguos amos.
Los sicilianos de la zona
romana siguieron este ejemplo y se hicieron ricos a expensas de sus vecinos.
Los esclavos eran baratos y Sicilia era una zona donde había un flujo de grano
seguro, con excedentes para exportar a Italia, que sufría los estragos de la
guerra. Por ello Sicilia se llenó de esclavos, que eran empleados en cultivar
grano para los grandes propietarios, sicilianos o italianos, que no los
alimentaban correctamente y tenían que robar de los cultivos para asegurar su
propio sustento. Los sicilianos pobres fueron los que más sufrieron esta
situación; como los grandes propietarios estaban muy contentos con sus esclavos
y les mantenían a sus expensas. Esta zona que normalmente estaba en paz y llena
de grandes propietarios que exportaban grano a Italia todos los años, sin
embargo no estaba exenta de tensiones internas que ponían en peligro la propia
provincia. Tras setenta u ochenta años de dominio romano, los esclavos se
rebelaron por primera vez.
Guerra Servil
El jefe de los esclavos
inició la rebelión con doscientos mil hombres entre los cuales había mujeres y
niños. El líder de los esclavos era de Siria y
se llamaba Euno y se había dedicado a ser profeta y mago entre los
esclavos. Gracias a estas profecías Euno alcanzó la jefatura de las tropas
cuando estalló la rebelión. Según algunos historiadores, Euno era un hombre más
astuto que capaz, aunque los únicos que escribieron sobre él fueron sus
enemigos. Las victorias que obtuvo frente a los romanos fueron mérito de su
lugarteniente, un cilicio llamado Cleón, pero debió ser
un hombre de una considerable habilidad para mantener su puesto durante tanto
tiempo. La capacidad militar de Cleón, sin embargo debió ser limitada y sólo
algo mejor que la de sus soldados-esclavos. Cleón cayó en batalla y Euno fue
capturado pero murió antes de ser ajusticiado.
La guerra duró de 135 a. C. a 132 a. C. Fue
la primera de las tres rebeliones de esclavos que asolaron a la República
Romana siendo la última, la que fue comandada por Espartaco, la más
importante.
Primera Guerra Servil
La Primera Guerra Servil (135 a. C. - 132 a. C.) comenzó con el levantamiento de los esclavos de Sicilia contra los romanos. Euno, que afirmaba ser un profeta, y Cleón, alzado como general de los sublevados, fueron sus líderes. Se produjeron batallas menores con resultado victorioso para los rebeldes, que contaban con un contingente de entre 60.000 y 200.000 hombres, habiendo tomado la ciudad de Enna, en el centro de la ínsula, hecho profetizado por Euno, hasta el desembarco de un ejército romano en la isla de 70.000 efectivos que sofocó la sedición finalmente. Antecedentes
El levantamiento de los
esclavos se debió sobre todo a los cambios de propiedad subsiguientes a la
expulsión de los cartagineses de la isla durante de la Segunda Guerra
Púnica. Los especuladores italianos se apresuraron a llegar a la isla y
compraron a los sicilianos grandes lotes de tierra a bajos precios o llegaron a
ser los ocupantes de haciendas completas, que habían pertenecido a la parte
cartaginesa de Sicilia, o bien fueron incautadas por Roma tras la
huida o ejecución de sus antiguos amos.
Los sicilianos de la zona
romana siguieron este ejemplo y se hicieron ricos a expensas de sus vecinos.
Los esclavos eran baratos y Sicilia era una zona donde había un flujo de grano
seguro, con excedentes para exportar a Italia, que sufría los estragos de la
guerra. Por ello Sicilia se llenó de esclavos, que eran empleados en cultivar
grano para los grandes propietarios, sicilianos o italianos, que no los
alimentaban correctamente y tenían que robar de los cultivos para asegurar su
propio sustento. Los sicilianos pobres fueron los que más sufrieron esta
situación; como los grandes propietarios estaban muy contentos con sus esclavos
y les mantenían a sus expensas. Esta zona que normalmente estaba en paz y llena
de grandes propietarios que exportaban grano a Italia todos los años, sin
embargo no estaba exenta de tensiones internas que ponían en peligro la propia
provincia. Tras setenta u ochenta años de dominio romano, los esclavos se
rebelaron por primera vez.
Guerra Servil
El jefe de los esclavos
inició la rebelión con doscientos mil hombres entre los cuales había mujeres y
niños. El líder de los esclavos era de Siria y
se llamaba Euno y se había dedicado a ser profeta y mago entre los
esclavos. Gracias a estas profecías Euno alcanzó la jefatura de las tropas
cuando estalló la rebelión. Según algunos historiadores, Euno era un hombre más
astuto que capaz, aunque los únicos que escribieron sobre él fueron sus
enemigos. Las victorias que obtuvo frente a los romanos fueron mérito de su
lugarteniente, un cilicio llamado Cleón, pero debió ser
un hombre de una considerable habilidad para mantener su puesto durante tanto
tiempo. La capacidad militar de Cleón, sin embargo debió ser limitada y sólo
algo mejor que la de sus soldados-esclavos. Cleón cayó en batalla y Euno fue
capturado pero murió antes de ser ajusticiado.
La guerra duró de 135 a. C. a 132 a. C. Fue
la primera de las tres rebeliones de esclavos que asolaron a la República
Romana siendo la última, la que fue comandada por Espartaco, la más
importante.
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